Hola Oli,
Hay gente que muere de Covid y hay gente que muere de dación en pago. Los primeros se contabilizan aunque no lo sean realmente. Como ejemplo, si tú hubieses dado positivo después de fallecido, hubieses aparecido en sus listas de muertos inventados. Además no podríamos haberte velado como mandan los amores, viéndote, asumiendo a través de la presencia de ese cuerpo inerte y frío donde ya no estabas, que tu paso por nuestra vida había terminado, que tu abrazo ya no iba a ser, que tu risa ya no iba a explotar en mitad de la cocina, que tu rabia ya no iba tener voz. Menos mal que nos libramos, estabas “limpio” del bicho…
Los segundos, los muertos por dación en pago, igual que los muertos por paro prolongado, todos aquellos mueren según los papeles por otras cosas: en tu caso, paro cardíaco. Tu corazón había sufrido ya dos infartos y ni tú lo sabías, ¿o sí?.. Qué mas da, a estas alturas. Por supuesto que te cuidabas poco, que abusabas demasiado, por supuesto que hacía tiempo que deberías haber… ¿Y quién está libre de esos deberes de auto cuidado? Yo no.
No hay nada mejor que sentir en tu propia carne los estragos del sistema como para tomar consciencia, hermano. Y ahí estoy, imaginando a tantas familias en nuestra misma situación… Tanta ansiedad acumulada, tanto miedo a perder lo que nos da seguridad: tu casa con sus cosas… No lo supe ver, no lo presagié…
Cuando diez días antes de tu partida, te llamé para decirte que el abogado me había confirmado que la dación iba adelante, yo estaba exultante. Te decía ¡ Por fin!, te decía que era lo mejor que podía pasar, que te liberabas de toda esa puta carga, que recuperábamos el poder sobre la casa de Rasines, la casa familiar, que la íbamos a vender bien y rápido, que todo era cuestión de pasar por un tiempo de transición, jodido quizás, pero que todo se iba a arreglar. Así lo vivi yo, cuando te llamé para darte la noticia. Estaba super feliz.
Tú te quedaste callado, y esta fue más o menos nuestra conversación:
-“¿Pero en serio?, ¿ la conceden?
-Sí, tío, va palante!!! Yo me subo a Bilbao en unos días y te ayudo con todo. Tenemos mes y medio para entregar la casa más o menos. Ya está Oli, ya está…¿No estás contento?
– Si, si… Vale, vale, ya hablamos.
– Sí, ya hablamos, que estoy conduciendo.”
Sí, yo estaba conduciendo, entrando a Monachil, a ver a mis colegas de Granada y estaba feliz, llamé a Ama, mandé mensajes a algún otro amigo que sabían del tema, lo conté a todo el mundo. Estaba feliz por ti, por nuestra familia, pues al final, estábamos todos en eso, todos involucrados.
Pero para ti, el proceso fue totalmente distinto, eso supongo, hoy…
Cuando te quitan lo poco que queda…
¿Quién sabe a lo que se enfrenta internamente una persona que va a firmar una dación en pago? ¿Qué le pasa por la cabeza? ¿Cuáles son las emociones? Imagino que cada cual es un caso, pero el miedo atávico a la pérdida del hogar, tan de la raíz, tan de la Tierra se sufre sí o sí. Y en tu caso sentías un abismo. Había una red también, dispuesta a recogerte. Pero no la viste o no la quisiste, no lo sé…
Te agobiaste. Entraste en ansiedad, eso nos dijeron tus amigas. Hay días que me siento culpable por no haberlo visto venir, vivimos a 800 km, y te juro que con esto, con tu partida, se acabó para mí alejarme de mis seres más queridos por ideales. Si algo me has traído, Oli, es la reagrupación familiar. Es pisar Tierra. Es volver a lo esencial, el cuidado, el vínculo. Es optar por construir relaciones duraderas de cuidado con otros, es saberme más o menos a salvo cuando las cosas vayan mal, es tener cerca personas a las que cuidar y que me cuiden, es habitar un lugar que se vuelva hogar, es aprender a amarnos los unos a los otros, como dijo aquel friky hace algo más de dos mil años…

Ayer escuchaba a Humberto Maturana definir el término familia como un grupo humano que vive conjuntamente por placer. Me encantó. Es cierto que la palabra familia viene de un término latín que durante el imperio romano venía a señalar a aquel grupo de personas perteneciente a un hombre que tenía el control. Es verdad que queda todavía muchas esquirlas de las que hay que protegerse. Pero estamos preparados para vivir la familia según esa definición de Maturana, es urgente de hecho que lo entendamos porque sino, la banca siempre gana.
La banca gana
Cuando el famoso rescate de los bancos de los años 200y pico, me venía esa idea sencilla que me parecía de cajón de madera, totalmente factible. Estaba convencida de que ya que les prestábamos el dinero para “recuperarse”, la famosa “Operación Rescate”, bien podían anular todos los créditos de todos los ciudadanos españoles y así todo todavía nos seguirían debiendo un montón de pasta. ¿No te parece una idea espléndida? Sí…. Ya sé, cualquiera me tacha de inocente, pueril o ignorante. Y tendría razón, no entiendo nada de su jerga ni me interesa, lo único que veo es codicia. Codicia, mentira, engaño y más codicia. Codicia de la que no tiene ninguna pega en matar, porque cargar con deuda a una persona es atraparla, pues despojar a una persona de su hogar es de alguna manera matarla, aunque sea en vida, algo has tocado en lo profundo cuando le quitas la casa a alguien. Tener una casa es un derecho inalienable, según la lista de derechos humanos, constitucionales y demás conjunto de bonitas palabras que no tienen ninguna validez. Nadie las atiende. Y por eso ya nadie se las cree. Y eso es una mierda, porque si dejamos de creer en eso, en que hay derechos inalienables, valores esenciales, leyes inalterables, si dejamos de creer, nos hemos pasado al lado de la crueldad, el mundo de la supervivencia, del sálvense quien pueda, somos parte de lo que tanto odiamos: somos Miedo. Mierda de mundo lleno de gente con el corazón cerrado.
El hecho de llegar a un acuerdo con el banco en estos términos de dación te obligan a firmar cláusulas de confidencialidad, a no decir nada sobre el asunto, otra vez, te pones un bozal en la boca. Estoy segura que esta experiencia, aunque sobrevivas a ella lo que no es tu caso, se queda para siempre, impregnándolo todo. Algunos pocos, los famosos resilientes, remontan. Pero la gran mayoría perdura malamente con 400 euros si tienen acceso a ayudas, viviendo en casa de algún familiar, con la famosa resiliencia por los suelos… Culpa , verguenza y derrota, valores de mierda que provocan la ansiedad que se intenta bloquear a través de algún tipo de droga legal o no. Estados desalmados que generan violencia subterránea. El desahuciado se convierte a los ojos del ajeno, al que mira y juzga sin conocer las verdades silenciadas, en los principales culpables de sus devenires.
Maldigo a los bancos que a sabiendas que van a ahogar, optan por ahogar. CULPABLE
Maldigo a aquellos que conceden créditos para comprarte paja dorada a precios desorbitados diciéndote que vas a poder con ello a sabiendas que la operación es “de riesgo”. CULPABLE
Maldigo a aquellos que nos juzgan de inconscientes y nos acusan de insensatos y poco prudentes a aquellos que caímos en la trampa de las hipotecas imposibles, sin poner un gramo de responsabilidad a quién te ofrece el préstamo. IDIOTA
La banca siempre gana, siempre libre de pecado, siempre limpia y esplendorosa. Ella te lo puso fácil, se enrolló contigo, te concedió un crédito altísimo que optamos por avalar. ¿FUE UNA MALA ELECCIÓN? SÍ. Pero confíamos, confíaste en ti, en el trabajo y ¿porque no lo ibas a hacer?….
La banca puso sus condiciones, y ahora, si no puedes pagar jódete y baila, si no leíste la letra pequeña del contrato, ahí está todo escrito y era tu deber leerlo, así que eso, jódete y baila. Suma intereses, crece la deuda, crece y crece y un día decides cerrar los ojos porque es imposible asumirla. Y entonces te piden responsabilidades, empieza la presión, hay gente que responde bien a ella y hay gente cómo tú que no … Joder.
Duelo fase 2: Rabia
Quizás sí, Oli, quizás esté tan rabiosa y me sienta tan culpable que necesito echar balones fuera. Ya transité varios duelos y conozco sus ires y venires. La rabia, la ira, la no aceptación es parte del tránsito. Y esta vez ni quiero negarla, ni quiero vivirla en soledad. De alguna manera, siento que nuestra historia es la historia de muchas familias…
Quizás sea necesario expresar esa ira para que salga de lo profundo la tristeza y la necesidad de entregarme al perdón que necesito darme, a soltar lo que pudo ser y seguir adelante con lo que puede ser hoy…..Y también decirte que lo siento. Siento tanta rabia, Oli, de que una puta dación te haya llevado por delante…
Ahora toca vaciar la casa, porque sigue adelante la dación. Tenemos todo el mes de Junio para ello. Hay días que me siento derrotada, hay días que siento vértigo, hay días que me siento sola, y esos días no dejo de pensar que así te sentiste tú seguramente, por muy rodeado que estuvieras… Y yo estaba muy lejos, joder. Lo siento mucho, Oli… Lo siento mucho… estoy en esa fase en que el duelo se impregna de “Y si hubiera hecho…”Sé que es lo normal, sé que pasará, sé que hice exactamente lo que pude en ese momento, sé que estoy aprendiendo en tiempo express, y sé que este proceso me hace mejor persona. Pero sé desde la teoría y lo que hay ahora es cuerpo que se duele.
Pero también hay días en que me impregno del sol, de los vientos, de la risa y el abrazo de mis hijos, del cariño de las amistades, hay días que me siente fuerte, hay días que sé que esto va a salir bien. A esos me agarro, bien fuerte.
Cerrando el piso de Hernani
¿Sabes lo que he decido? No voy a vender ni una pista ni un coche más de tu preciada colección. Vamos a montar algo bonito, en un local por ahí, para que los chavales de algún barrio tengan un sitio chulo donde reunirse. Eso he pensado, yo creo que te va gustar. Le pondremos un nombre chulo, algo como Oli’s Cars o yo que sé, ya veremos…
Y tus muebles y tus cosas vamos a ver si podemos repartirlas entre la gente que la necesite, y si pueden colaborar económicamente pues guay, y sino, apañaremos. Asi que invoca desde donde estés a tu gente y que venga a llevarse lo que quiera.

Estaremos EL FIN DE SEMANA DEL 4, 5,6 DE JUNIO, en tu casa, con unos martinis y unas aceitunas, para que pasen por ahí y vayamos repartiendo tu herencia. Hay una cocina bastante maja, una nevera, hay estanterías, camas, armarios, mesas, mesillas, sillas, hay cosas chulas que todavía tienen mucha vida. Hay ropa, discos, libros, cds, alguna maquinita de las tuyas, objetos de decoración….
Que pasen o mejor que nos llamen al 657 703 314, no vaya ser que la policía de balcón llame a sus superiores…
Te dejo dos temas que me llegan al escribir este post, ambos creados desde la emoción, ambos creando belleza, a su manera, que es mi única lucha, hoy: crear mi propia visión de la belleza.
El primero para compartir la rabia, para moverla y transformarla. El segundo tema me lo trae Ariel, tu sobri, después de leer el borrador de este post.
Un abrazo hermano. Te quiero.
Cris.