Esta es la pregunta que, desde que se inició esta gran pandemia del miedo mundial me formulo cada cierto tiempo: ¿Cuales son los elementos básicos que la familia humana ha de colocar en el centro de la vida, para sostenerla, para que sea vida expandida, placentera, creativa?
Personalmente, pienso que los procesos de crecimiento personal que hemos estado recorriendo a lo largo de estos 50 últimos años nos han traído hasta aquí, hoy, a este especie de atolladero, una encrucijada importante que puede, como siempre traer reflexión y soluciones, o empecinamiento y empeoramiento de la situación.
Nunca antes tanta masa de gente tuvo conciencia de si misma y de la situación global y además poderla percibir crítica, grave.
Nunca antes tuvimos la posibilidad como ahora de “enredarnos”, sentirnos en unión, a través de esta red por la que ahora te está llegando estas palabras, y hacerlo a escala planetaria. Es un hito, es una potencia maravillosa, y también peligrosa… Libre albedrío, siempre: Tú decides con qué gafas mirar.
Sin embargo, algo está “fallando” cuando gran parte de la población mundial avanza, instada por la información que circula, hacia una situación de DES /APEGO HUMANO, cuando las medidas para paliar una crisis viral se centran en aislarnos a las personas, en instarnos y obligarnos a dejar de tocarnos, apenas mirarnos, no poder hablarnos por las calles y además crear un rumiante estado de pánico en las mentes.
¿Porqué no hablarnos de cómo fortalecer nuestros sistemas inmunes, por ejemplo? ¿Es la calidad de nuestra alimentación algo a tener muy en cuenta? ¿Y qué decir del confinamiento de la población en ciudades inmensas, en aulas de estudiantes cada vez más llenas, en mega eventos abarrotados, en esos desbordamientos a los que nos hemos entregado durante unas décadas… Y qué decir de esas solucines que se han dado para las casi 50 millones de personas refugiadas de este mundo…. ¿Podrían habernos llevado estas prácticas a donde hoy estamos, a este desbordamiento?
Así que después de vivir todos estos excesos, ¿nuestras soluciones van a ser sociedades de intocables? Qué dilemas…
No hay que ser gran experto: desde la experiencia, desde las vivencias cotidianas, sabemos que la especie humana NECESITA el apego para ser “mejor persona”. Pero para aquellos que necesitan la ciencia para ratificar las evidencias de la Vida, el doctor en psicología Harry Harlow inició en los 70 del siglo XX un trabajo de investigación que hoy sigue siendo línea de estudio en el campo del desarrollo humano. El contacto entre personas, el vínculo de apego respetuoso afecta positivamente a nuestro desarrollo social y cognitivo. El apegarnos nos hacemos más y mejores humanos. Nos construye como personas empáticas, cariñosas, amorosas, cuidadoras, conscientes del dolor ajeno, y agentes activos de redes de co ayuda y apoyo mutuo..Y lo contrario, también es: una falta de vínculos nos construye más egoístas, más violentos, más adictos….
En este momento de crisis pandémica se nos está pidiendo separarnos más y más… ¿Es este un camino viable?¿Os imagináis esta perspectiva, como nuevas formas de relación?
Si bien la situación nos pide prudencia, tomar precauciones, no es a largo plazo, una posibilidad para la VIDA, sino más bien nos llevará hacia la Muerte.Lo que realmente nos pide la situación es actuar en consecuencia a nuestros sentires más profundos, si bien esto nos ponga patas arriba nuestras zonas de confort.
Me siento más y más contundente, así me formulo, hoy: necesitamos cierta contundencia para encontrar una respuesta acorde a las necesidades básicas de nuestra especie y que a su vez sea capaz de afrontar con eficacia cualquier crisis sin por ello perder el rumbo que nos lleve de vuelta al respeto por la Vida.
Necesitamos urgentemente dejar de creer, es decir dejar de crear un sistema que hace tiempo demostró que la Vida le importa un bledo.
Su foco sigue estando en el crecimiento incesante y si bien hace tiempo que es consciente que devasta todo lo que toca, le da igual. Sí, se puede ser muy consciente y sin embargo comportase sin ningún tipo de sentimiento amoroso. Lo que hoy nos empeñamos en llamar sistema ha perdido el vínculo: es como un niño grande que ha conseguido poder pero que está totalmente desvinculado, es egoista, violento y adicto. Estamos en peligro, no por este virus, sino por las soluciones que desde las esferas de gobierno mundial se están adoptando y porque también seguimos siendo personas sumisas dentro de este engranaje, el día que dejemos de serlo en masa, caerá por si mismo. El “sistema”sigue articulando sus decisiones desde ese pensamiento mortífero.
La pregunta es: ¿Cómo piensas tú? ¿Qué pensamiento, por ende que creencias y qué acciones aportas tú a la enorme red ? ¿Crees que lo que hay es una mierda? ¿Qué haces para cambiarlo? De verdad, no quiero culparnos pero sí darnos una sacudida y mirarte a los ojos, los míos llenos de esperanza y de pasión: somos capaces de cambiar el sistema y es urgente ponerse a ello.
Mientras vamos dejando de intercambiar palabras o sonrisas por llevar todas una máscara, mientras nos proponen mantener distancias corporales, mientras nos vamos transformando, de nuevo, en los policías y jueces de nuestros vecindarios, mientras enfocamos en nuestro propio ombligo, mientras vivimos inconscientes en una estado de guerra tan sutil que ni la estamos notando, mientras ocurre todo esto, muchas de las luchas iniciadas en pro de parar la devastación han perdido peso. Toda la toma de conciencia de la gente de a pie, tu, yo aquella y ese, se ha desvanecido o ha pasado de nuevo a ser postergada….
Nos hemos vuelto a olvidar de la urgencia de la acción entorno a supervivencia de esta especie en la Tierra, del cambio de paradigma que a una escala enorme estábamos consiguiendo; todo eso se ha paralizado en gran medida.Las medidas realmente urgentes, de nuevo, se han quedado en las agendas futuras…
Te pido, por favor, que no te olvides…que reacciones, que no te lleve el miedo ni la masa informe, te pido por favor que reflexiones, sientas también desde ti misma, que uses tu cerebro y tu corazón para tomar decisiones. La estrategia del desapego no es una solución.
El contacto entre humanos es necesario para ser menos hostiles. Los vínculos de apego nos proporcionan seguridad, pertenencia, nos unen, nos llevan a desarrollarnos como una persona dentro de algo más grande: un colectivo. Al inicio de la vida es una familia, un grupo humano, una vez adulto ese sentido de pertenencia puede llegar a mantener una cultura (instinto conservador) o a cambiar (instinto de desarrollo). Mantener el equilibrio entre estos dos instintos es todo un reto…
Cuanto más vinculadas amorosamente estamos, más tendemos a querer expandir hacia fuera esa energía amorosa. El vínculo de apego no sólo piel a piel; es mirada a mirada, sonrisa a sonrisa, es mano a mono, es decir apoyo mutuo.
El vínculo de apego es una de las llaves para reconocer respeto hacia la persona de enfrente, a considararle un igual, fuerte y a la vez vulnerable, es como define el principio amoroso respetuoso Humberto Maturana, ver al otro en su total legitimidad de ser.
Todos nos merecemos recibir el respeto, que es una de las claves para entender un sistema amoroso. El próximo taller que tiene lugar en Bilbao entre los días 29 de julio y 2 de Agosto es una invitación a trabajar y reflexionar sobre los vínculos, la interdependencia, sobre el contacto y también sobre el pensamiento consciente. Como siempre, trabajaremos sobre el CUERPO, deconstruyendo viejas formas corporales que quedaron improntas a través de experiencias de dolor.
Traer nuevos estares para traer nuevos pensares.
Pensar consciente, desde un cuerpo relajado, en compañía, aceptando nuestras necesidades básicas de interdependencias; deshacer creencias creadas desde la emoción básica del miedo, que pasó de traernos prudencia a llevarnos al pánico; estas son las bases esenciales que traigo para el taller presencial “HABITAR EL CUERPO, HABITAR LA VIDA”, que inicia una serie de presenciales que tendrán lugar cada dos meses. Quedan cuatro plazas disponibles para este próximo taller, para aquellas mujeres que se interesen.
Si quieres más información, puedes llamarme o utilizar whatsApp o Telegram, en el +34 657 03 314.
Tiernamente vinculada.